Tu cuerpo metaboliza los alimentos de manera diferente según la hora del día. Concentra la mayor parte de tus calorías en la primera mitad del día para aprovechar mejor la sensibilidad a la insulina.

Si entrenas, consume una comida rica en proteínas y carbohidratos dentro de las 2 horas posteriores al ejercicio para optimizar la recuperación y el crecimiento muscular.

Algunas personas responden mejor a 3 comidas grandes, mientras que otras prefieren 5-6 comidas más pequeñas. Experimenta para encontrar lo que mejor funciona para tu hambre y energía.

Las comidas tardías no son inherentemente problemáticas, pero para algunas personas pueden afectar la calidad del sueño. Intenta que la cena sea al menos 2-3 horas antes de acostarte.

No solo importa cuándo comes, sino qué comes. Incluye proteínas en cada comida para mayor saciedad, carbohidratos para energía (especialmente alrededor del entrenamiento) y grasas saludables para la salud hormonal.